Cuatro candidatos II

A continuación, el resumen de los últimos días en lo que se refiere a mis cuatro amores.

Matías apareció una tarde para comentarme que el recital de los Guns n' Roses fue técnicamente malo pero que a él le encantó -aunque no podía ser objetivo por su fanatismo-. En esa charla, quedamos en vernos el domingo, y si bien yo tuve la garganta hecha pelota, el señor no apareció hasta entrada la noche, dónde pude reclamarle que no se había conectado en todo el día. No me respondió.

Durante este semana, Leo estuvo conectado todo el tiempo desde su Blackberry para saber como era mi agenda diaria y ver si él podía ser parte. Llegamos a un punto donde se irritó un poco ya que nunca tengo tiempo, pero que sé yo... date cuenta Leo. Dato revelador: no tiene ni UN amigo; ya vamos entendiendo todo.

Llegué a la prematura conclusión de que Santiago es un boludo. En estos días me pasó tres fotos y todo el tiempo me pregunta si sigo con dudas. Sí, tengo dudas porque no te veo bien los ojos, tarado; seguro posta que sos bizco. Por otra parte me dice que nos veamos si yo ando por su zona porque él está hasta las bolas con la mudanza o que esperemos. A la vez, y seguido, agrega: "no vamos a vivir hablando por MSN" -en la tercera charla-.

Nicolás es el menos problemático. Y es que el pobre santo labura de noche en un restó cuando yo puedo pelotudear y viceversa; por ende ni lo cruzo online. Seguro me borró.

Creo que hay un quinto candidato que me hace suspirar (?).

Cuatro candidatos

Esto es muy sencillo. Existen cuatro candidatos que se han postulado para el premio mayor que es mi amor, aunque ellos quizás no lo saben del todo. Iremos siguiendo estas historias casi en tiempo real, pero para ello es preciso hacer una presentación breve de cada uno de ellos. Vale aclarar que esto es completamente germinal ya que aún no los conozco en persona.

1) Matías tiene 32 años y es abogado. Vive en Palermo y es petiso, no llega al metro 65. Tiene muchos planes a futuro y sobretodas las cosas, está bueno. No me habla hace 3 días.

2) Leo tiene 34 años, aunque de entrada me dijo que tenía 29. Es Ing. electrónico y vive en San Miguel, por lo cual tiene todas las de perder. Es cursi, hiperquinético y todos los días me propone que nos juntemos.

3) Santiago tiene 32 años y es diseñador gráfico. Entrerriano de nacimiento, vive con el hno. en Palermo y se está mudando solo a Colegiales. Lomazo. Le encanto. Creo que es bizco.

4) Nicolás está debutando en los 28 años. Es precioso mal y encima es chef. Me dijo que le parezco lo más tierno que vio en años. Vive en Devoto y cortó una relación hace semanas.

Yo creo que voy a tener que quedarme con dos, mínimo.

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Soy de Uds.

No-vivo

Luego de más de siete meses, comencé a caer en la realidad obligada de que mi viejo no está más, que murió.
Por lo general, cuando suceden estas cosas -creo- uno pasa por una mezcladora de sentimientos donde se llora, se extraña, se siente un vacío, aparecen recuerdos, se reflexiona todo el tiempo y los resultados son, mayormente, los mismos: que no está más, que está muerto.
Sin embargo, hace unos días me encontré armando una frase, muy natural, donde comentaba sintagma tras sintagma una situación cotidiana y con una particularidad distinta hasta el momento. Entre gestos tranquilos y una mirada un poco resignada dije "... cuando mi viejo estaba vivo...", y ahí mismo me di cuenta de algo terrible que era más que una muerte, sino que no estaba vivo, que le faltaba vida y que sin vida no puede volver.

A medida que terminaba la frase, iba bajando notablemente el tono de mi voz, la mirada y luego la cabeza. Cuando me reincorporé, tras unos pocos segundos que nadie notó, yo no era el mismo que en estos meses, ahora había perdido por primera vez a mi padre.

El que te quiere

A continuación, una serie de mensajes* de texto con quien llamaremos Abel -chico con el que salí unos meses hace más de un año y cuando llegó a enamorarse fuertemente de mí, lo dejé de un día para el otro-:

Yo:
"Che, como andas? Esta noche tengo un cumple en Palermo y voy con el auto. Venis conmigo? Desp. te llevo a tu casa."
Abel:
"Uh tengo planes ya! La próxima. No te enojes eh, manda saludos en el cumple."
Yo:
"No, todo bien. Igual vos siempre tenes planes."
Abel:
"No pero ya había arreglado, me invitaron a una fiesta en un barco. Si sabes que quiero verte porque te quiero y te extraño."

Yo a mi prima (culo y calzón):
"Bueno, Abel no puede porque ya tiene planes. Y me dijo que me quiere y me extraña. Cualqui"

Y, cómo quien no quiere la cosa, esta simpática viñeta ejemplifica lo que en el post anterior se decía.

*No textuales