Cuatro candidatos IV

En las últimas dos semanas, muchos cambios se presentaron con respecto a lo que queda de mis amores virtuales.

Hasta acá sabíamos que tanto Matías como Leo ya eran parte del pasado; y ahora lamento mucho comentar que Nicolás siguió el mismo camino que los anteriores, pero con la sutil diferencia de que él no molestaba, simplemente ni hablábamos.
Aún está boyando el que considero que es bizco, Santiago, y cuando rara vez se conecta, me cuenta que está muy feliz en su nuevo hogar aunque aún no puede caminar por el desastre que tiene en el piso. Se lo perdonamos y le decimos que tiene las horas contadas.

Debo hablar del 5to. y admitir que siempre fue la primera opción. Con él, habíamos cruzado caminos luego de que un contacto en común nos sorprendiera con la idea de una reunión. El encuentro lo hicimos, pero fue más acotado. Durante unas semanas nos juntamos a comer en su casa, a charlar durante horas, a ir al teatro, al cine, a chupar cerveza en cualquier cuchitril de paso e incluso a disfrutar de los efectos de un porro y los delirios audiovisuales que él pudiera provocar.
Hasta acá, reconozco que su personalidad me tenía un poco eclipsado y cuando creía que nada pasaría, me dijo con algo de timidez en la parada del 59:

- Fran, me gustás.

Ni se gasten, yo soy el Rey

En estos días me llegó información confidencial sobre un suceso que, de hacerse público, sería el acabose. Medio que me apretaron sugirieron que no abra la boca, que no comente de más y otras cosas que, claramente, eran sinónimos de censura previa.
Como la mayoría sabe, yo acá no puedo esconder nada y vengo a blanquear todo lo que está ocurriendo.

En estos días, Jacques D’Azur, renombrado productor y aclamado Rey de Cannes, fue reportado como perdido en el mar en su yate cerca de Tahití, en sus tradicionales vacaciones previas al Festival de Cine de Cannes. Tenía 70 años, aunque los que lo conocían, alegan que no representaba más de 30. Para matarlo al muy yeguo.¿Por qué es tan importante Jacques para Cannes?
D’Azur se convirtió en una leyenda de Cannes. Muchas estrellas de cine que iban al festival por primera vez se mostraban ansiosas por obtener el autógrafo de Jacques. Se dice que era la estrella de cine de las estrellas de cine.

¿Qué sucede si Jacques no aparece?
Jacques no deja descendientes inmediatos, pero un extenso testamento incluye un nombre no identificado que sería heredero de su fastuoso fin de semana en el festival de cine de Cannes de este año. Una búsqueda mundial se está llevando adelante para encontrar al legítimo heredero que tomaría su lugar este año en el festival como el nuevo y proclamado Rey de Cannes.
¿Cómo saber quien es el heredero?
Pues bien, amiguis, Stella Artois -socio oficial del Festival de Cine de Cannes- está ayudando con la búsqueda y ha creado un sitio web para identificar a esta persona, única en su especie (y que seguro voy a ser yo).

Esto es todo lo que sé y si algo me pasa por dar toda esta info, rotundamente el culpable se encuentra en Tahití. O no.

Nuestra cerveza predilecta –por su color, sabor, cuerpo y buena onda- pone a disposición de todos un site para que podamos averiguar con suerte si alguno de nosotros es el próximo Rey de Cannes, y así llevarnos en un avión paquetísimo con un acompañante -donde nos servirán una Stellita-, alojarnos en un hotel divino y hacernos todos los traslados necesarios, como también –y es obvio- asistir al festival.

No queda más que registrarse en www.stellaartois.com y rezar para que, de onda, no aparezca Jacques porque de ser así, nos re caga la joda.

Cuatro candidatos III

Me temo que estas historias de amor no están llegando a buen puerto.

A Matías lo borré a la mierda. Me agotó eso de tener que estarle atrás; mínimamente saludá* una vez vos. Como no lo hacía, comprendí el mensaje, la falta de interés total y le di salida.

La misma suerte corrió Leo unos días después. Lo bueno del caso es que yo le hablaba* diariamente y le preguntaba cosas para tener una buena conversación*. Admito que él siguió insistiendo en encontrarnos de una buena vez, incluso, me dijo que directamente tengamos sexo, ya que se daba cuenta que al menos otro interés de mi parte no había. Le dije que se equivocaba y le blanquée que me pasaba algo muy extraño con él: que era un embole.

Santiago debe estar mudándose aún, luchando con sus muebles, con sus softs de diseño, sus lápices y sus gomas de borrar. Ojalá la mudanza le duré toda la vida.

Nicolás es un sol. Hablé* unas palabras con él el otro día y me comentaba que estaba a pleno con el laburo del restó y haciendo catering con una amiga. Es probable que lo borre ya.

El quinto -y que feo queda decirle así, pero cuidaremos la identidad- es algo que deviene de una incipiente amistad y se está tornando MUY bueno. Stay tuned.

*hablar, conversar, etc.: claramente es chatear